Me salpico un día la angustia un tanto de su rabia y fui desprendiendo paso a paso esta imagen de mis palmas. Me evadí de la corteza y los pedazos de tu magia y no fue preciso recordarte porque la miel de tus ojos enveneno al fin mis ganas. Destruiste mi certeza y te burlaste de mis alas. Siempre mítico y nocturno, Eros vacío de ganas, tu me mataste el dolor, yo alimenté la distancia. Siempre la culpa es tan fácil hombre de arena y escarcha? Ya que regalas tu piel no agostes también mi karma! Esa extenuada sonrisa, tanto brillo, tanta farsa! Ya no hay salida ni miedos…solo perfumes y manchas!
Andy Rumbaut (Idea original Yesler de la Cruz)
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