El ruido, el alcohol, mis ganas… tus dientes mordiendo mi pecho. La locura de jugar a ser poeta y también cobarde. Las puertas de mi jaula al fin abiertas. La tarde que amé, el beso que si te di. Las hojas del único árbol que me aburre. Hay vida más allá de nuestra piel, y digo nuestra desde entonces. No me gustan las despedidas ni los domingos, tampoco el color magenta. Furioso, toxico casi positivo e impaciente… exánime. Le he robado hasta el silencio a nuestra carne, yo también he traicionado. Te regalo mis horas, una esfera azul; una canción discreta. He de romper lo indecible, la arena de mis ojos. He perdonado todos mis errores, tu olvidaste las preguntas en mi almohada… y contigo naufragaron mis palabras, mis motivos, mis noches, la sonrisa... la sonrisa de alguien muy triste. Era jueves, tu mirada me robo el momento. Llevo conmigo un deseo dormido y un llanto de siglos!
Andy Rumbaut.
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