Burlarse de la ausencia y de la culpa, jugar a ser diferente... olvidar el antes y el después en el banco roto de un parque cualquiera... ese parque sin palomas, risas de niños... sin perros... solo viejos con bastón que se escapan del recuerdo.
Soñar es creer, también llegar invicto a la puerta del perdón sin escatimar secretos o mentiras, sin esperar los martes o los miércoles. Cada trozo de la vida tiene un precio.
Toda la nieve que me regalan tus ojos se parece a esos libros polvorientos que se prestan y nunca regresan, son como escuchar la verdad escondido detrás de una puerta.
Y no aprende la lluvia amable que se rompe a llenar mis venas, a borrar el verbo interminable y siniestro, a prescindir del orgullo que no me hace mas feliz, a encontrarme en el relato ajeno menos importante... a confiar en las palabras "mañana y consecuencia", a ser.
Todo lo dicho cabe en mi puño incrédulo, lo saben mis pretextos y mis noches.
Andy Rumbaut.
No hay comentarios:
Publicar un comentario