En una esquina de mis pensamientos se me quedan tus palabras, también la piel y los suspiros.
Mis pesadillas se esconden donde guardo mi pasado... y no me alcanzan los años para esta gran fiesta, para arropar el insomnio, para ser hipócrita y vivir.
En una esquina de mis pensamientos guardo tus manos y tu modos, tus verdades y tus gestos.
Desde mi ventana llegan a ti la razón y la nívea soledad.
Y ya etéreo en una esquina de mis pensamientos guardo tu ingente locura, desprecio lo imposible y cierro mis ventanas a tus ojos.
Andy Rumbaut.
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