Los días ya son nuevos, la atribulada presencia que me espanta, la mentira, el desatino… Oh la etérea discordancia. Solo quedan los momentos que perdí, la canción que no bailé, el pícaro insomnio que me besa a contratiempo, la mirada enajenada… las palabras. El camino de tus ojos imprudentes pone fin a la mañana, quiero un destello y un beso, quiero el aroma que falta. Un espejo sin rostros, una calle prestada. Las cenizas de esta noche son el único testigo. Los errores se me olvidan, siguen vivos en las sabanas manchadas. Por cuatro horas y un alma he tocado el cielo con mis manos.
Andy Rumbaut.
Andy Rumbaut.
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