Gritos de ayer.

Ayer vi pasar tus nubes a través de mi ventana y quise ser menos feliz. La sorpresa que a la víspera pareciome improcedente, terminó por confundirse con locura. Ayer la impertinencia llego para quedarse y ahora te sueño desnudo. A final de cuentas… ¿que me importan los motivos? Ya probé el salto y el rito, solo quedan consecuencias. Cuando vi la luz y el miedo, casi ame perder mis pasos. Encontrarme ya no es fácil… tanta vida sin vivir, tanta mirada sin contexto inusitado. Esculpir torcidas letras es injusto, no me alcanza. Cansado de la conciencia vomité una triste historia, de nada me sirven el aquí y el ahora. Ayer vi pasar tus gritos a través de mi ventana y esperé ser más feliz, regalarte un secreto de lluvia, escapar… equivocarme.