Yo tenía el ocaso y un día sin nombres, yo tenía el tiempo.
Te guardé los aburridos secretos, los rencores y la vergüenza… traigo heridas la memoria y el silencio.
Yo tenía el sueño de ambos, las sombras, los fantasmas pequeños y los grandes augurios… nunca miento.
Me burlé del espacio vacío, de todo lo que fuimos y todo lo que somos, de los besos apocalípticos, los larvados recuerdos… de la sangre y la premura.
Yo tenía tanto miedo, tantos calendarios… tanto efímero y vano sentimiento.
Me quedé para robarme el estigma y las promesas de antaño. Adiós amor… mis noches nuevas ya no paren credos.
Andy Rumbaut
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