viernes, 17 de junio de 2011

La poesía que no fue.

Para olvidar esa estirpe nunca hay tiempo. Alimentar el recuerdo borra las huellas prestadas, las extenuadas raíces y la indiferente nada. Ya la noche no es un juego que perder y allí donde tus prohibidos pasos… se me escapan los secretos. 
Tengo miedo de volar con la magia de estas alas, es mentira tu sonrisa y hasta el precio de mis ganas. 
Tengo hambre de momentos diferentes, quiero el vértigo y adiós de medianoche. Para no decir que muero hoy elijo despertar, he de besar tus espejos y mis credos ignorar. 
Tengo sed de tu venganza inmaculada. Quiero robar tu mirada y tu dócil elegía. Besar esta lluvia insomne, rugir tu insípido nombre… que sutil hipocresía. 
Tengo ansias de olvidar el silencio de la tarde, de la muerte, de las calles… de este fuego que no arde, de la luz que llamas vida.

Andy Rumbaut.

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