jueves, 9 de diciembre de 2021

Solo un poco del adiós.

 Cuando te dije adiós ni yo mismo lo creía. Ya no hablábamos el mismo idioma y se me había borrado la sonrisa de tanto esperar.

Nos habíamos guardado rencores y secretos.

De aquel antiguo dolor solo quedaban la bruma ácida y el desdén inevitable. 

Se nos habían muerto las noches sin perdonar, sin hablar de destinos lejanos o cafés en la terraza, era tarde para el silencio. 

Cuando te dije adiós muchas otras cosas quedaron sin decir… que no me alcanzaba la piel para besarte, que me eran incómodos tu abismo y tus verdades inoportunas… tus verdades. 

Nunca me han gustado las despedidas, uno se siente muy solo cuando ama demasiado, cuando se dejan atrás cuarenta años y el cuerpo se cubre de cielos, de otoños, de inviernos… de perdidas oportunidades.

Cuando te dije adiós mis palabras crujieron como las ramas secas… 

Hoy te necesito para olvidar lo poco que me quiero. 

No puedo rodearme de cosas que no me hacen feliz, de cosas que al marcharse dejan una parte de sí mismas. 

Me dijiste adiós bajo la lluvia y los días de mi vida cayeron con ella. Tus pasos quedaron en algún lugar de mi aliento y desde entonces he dejado de ser. 

Aquellos que podemos elegir no queremos hacerlo, solo amamos lo que perdemos.


       Andy Rumbaut

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo adoré, la parte: Me dijiste adiós bajo la lluvia y los días de mi vida cayeron con ella me llega mucho