Este amor no se parece a otros amores, llega a mis puertas vacilante, para dejarme casi libre, casi un poquito de todo y sin premura.
Este amor llega los viernes o cualquier otro día y se esconde de todos, de nosotros…de si mismo. Si tan solo eso no me hiciera feliz.
¡Suyos sean mis frutos! Suyos los otros finales y la lluvia que no espera… la pausa tranquila para extrañarle sin pudor, las flores rojas.
Usurero de inconscientes melodías, animal austral entre comillas… llévate mi sonrisa si es que sirve para algo, también mis noches y mi reloj de arena.
Este amor es un duendecillo sutil, se le olvidan las preguntas, mira de soslayo y espera.
Mía sea la dicha, la tercera persona del singular, el vuelo infame… sus lunares.
Este amor ya no me alcanza, no sabe volar, no tiene miedo… no me quiere para siempre en su regazo, no está hecho de pedazos o de infierno.
El cazador de burbujas
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